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¡Tu mereces más! ¿Cómo es tu relación con el dinero?

En este artículo vamos a hablar de un tema super sensible pero sumamente importante: la plata, la lana, la pasta, el biyuyo, los reales! Como los llames en tu país… ¡No importa! 

Aquí vamos a hablar de dinero y de tu relación con él, porque de esta relación depende la abundancia financiera que quieras crearte, ¡Independientemente del proyecto profesional que tengas!

Para muchos el éxito tiene que ver con dinero así que vamos al tema. 

 

Si sacaras una foto de tu situación actual, ¿Cómo evaluarías tu relación con el
dinero?

 

¿Piensas que tienes abundancia suficiente y que sabes generar canales de abundancia? ¿o más bien tienes problemas de escases de dinero?, ¿o quizás no tienes escases pero tampoco es que sabes crear fácilmente grandes flujos de dinero hacia ti?

 

Hay algo que no miente en la vida y son los resultados que tenemos. Podemos tomar millones de acciones hacia algún objetivo, pero la información que realmente nos dice si alguna de esas acciones funciona o no, son los resultados factuales que tenemos. 

 

Por ejemplo, tengo una cliente que me dice que sabe hacer dinero y que tiene una relación muy buena con él, y en efecto ella logra hacer mucho dinero con solo algunas transacciones, pero cuando ve sus cuentas, no tiene ahorros, no lo ha invertido y parece llegar al ras a final de mes.

¡Esta entonces no es una relación saludable con el dinero!

 

Seamos honestos, la falta de plata en la cuenta genera estrés y nos pone en una posición vulnerable!

 

Una persona que hace mucho dinero pero que lo deja ir muy fácilmente, o que lo pierde fácilmente, es probablemente porque tiene un programa que le impide retener y capitalizar el dinero. 

 

Tengo otro cliente, por ejemplo, que vino a mi coaching porque un tenia un objetivo financiero claro, quería duplicar sus ingresos activos y generarse un flujo de ingresos pasivos constante. La claridad financiera estaba ahí, su mentalidad financiera era bastante flexible, sabía que podía hacer más dinero y que su abundancia financiera no estaba condicionada a su sueldo sino a la activación de otros canales de ingresos. 

 

 Creamos un plan de acción sostenible de 6 a 8 meses, con revisión frecuente y logró sus objetivos de creación de abundancia fluidamente. Al año me llamo de nuevo porque tenia otro objetivo financiero, esta vez quería triplicar sus ingresos y solidificar su estratégica de capitalización.

 

Hoy es un cliente ejemplo de cómo una relación sana con el dinero y estrategias solidas de creación de abundancia si permiten expandir las posibilidades financieras. Todos somos diferentes y tenemos diferentes niveles de abundancia financiera por el simple hecho que cada uno de nosotros tiene una historia de vida distinta y única y con esa historia hemos anclado algunos patrones neuronales que han definido esa relación hasta ahora.

 

Todos estos patrones son muy inconscientes pero te prometo que se pueden ir cambiando en la medida en la que los vamos haciendo conscientes de ellos.

 

 ¿Qué historia que tienes con el dinero?

 Ahora, me gustaría profundizar en el tema de tu historia con el dinero para saber que relación tienes con el:

 

1.¿Cómo ha sido tu entorno? ¿Creciste en un entorno donde había mucho o más bien faltaba dinero? Y, ¿Cómo te marcó ese entorno ? 

 

Ojo, el entorno en donde hayas crecido no condena tu relación con el dinero. Tengo muchísimos ejemplos de clientes y amigos, que crecieron con dificultades financieras y esas condiciones los impulsaron a crear mucho más y a ser más inteligentes con el manejo de la plata. Y hoy tienen sistemas de abundancia muy bien anclados. 

 

Por el contrario, conozco a personas que crecieron en ambientes muy pudientes pero que asocian el dinero a problemas familiares, divorcios, separaciones de bienes injustas y hasta represalias y peleas por herencias. Y hoy no se atreven a expandir porque, consciente o inconscientemente, ven el dinero como un problema. Entonces no es que si creciste con dinero tienes automáticamente una buena relación con el y si no fue el caso entonces estás condenado. No, esto depende de tu percepción respecto a esa historia. Entonces, ¿Cómo te marco tu entorno? 

 

2.¿Cómo te refieres al dinero? ¿Qué programas tienes asociados a la plata? 

Para esto puedes observar que palabras usas cuando hablas de dinero. Si dices mucho :”No tengo plata para esto” o “¡Uff, eso cuesta mucha pasta! O, ”Tengo ganas de viajar pero eso cuesta mucho dinero”, etc… Si es el caso, estás hablando con programas limitantes. 

En el momento donde hay un pero para hacer algo y el pero es el dinero, no estás creando la posibilidad de generar ese capital, sino que inmediatamente eliminas la posibilidad de hacer eso que te gustaría y así te quitas de encima el problema de falta de dinero.

Pero no estás resolviendo tu relación con el dinero, no estás creando expansión, estás permitiendo que la situación financiera actual condene tus acciones.

Si al contrario, tienes ganas de hacer algo y sabes que te mereces ese algo, y te dices: “Yo puedo permitirme esto” o “Tengo como hacerle frente a esta situación” o “El dinero siempre llega”. Quiere decir que te abres a posibilidades y tienes programas positivos con el dinero

 

3.Gastar, preservar o capitalizar:

 

Ya por último, otro indicador de tu relación con el dinero es el flujo que permites que tenga en tu vida.

Gastar dinero sin límites no quiere decir que tengas una buena relación en él, tampoco lo es preservar en exceso, y dejar estancado el dinero en una cuenta.

Una buena relación con el dinero existe en el momento en el que entiendes que el dinero es energía y como toda energía necesita fluir.

Hay cosas en los que debería producirte placer gastar, hay momentos en donde debería producirte tranquilidad y paz preservar, y hay momentos donde te debería producirte emoción arriesgar para invertir y capitalizar inteligentemente.

Tengo un amigo que es muy agarrado con dinero y cuando gasta en cosas que le gustan siempre dice: “Me dolió pagar esto”. Eso no es una buena señal, no pude doler gastar en algo que te hace bien.

Como tampoco debería doler ahorrar simplemente porque decidiste inteligentemente no gastar en algo que no te agrega tanto valor.

Ni tampoco debería doler cuando se pierde dinero en alguna inversión que te deja un aprendizaje enorme que te permitirá hacerlo mejor la próxima vez. 

El dinero fluye, va y viene, y si tienes una buena relación con el te aseguro que siempre regresa a ti cuando más lo necesites. 

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