Si estás en un trabajo donde mentalmente…
- Te sientes frustrado todos los días
- No aprendes más
- El estrés pesa más que unos momentos de satisfacción
- Te proyectas hacia el futuro y no te gusta lo que ves
… entonces, estas son señales inequívocas de la necesidad de un cambio de carrera o de trabajo.
Otras señales, quizás más positivas, son las que provienen del deseo de prosperar en nuestra carrera profesional, es decir, cuando sentimos que queremos crear más valor con nuestros talentos o en el rol que tenemos en nuestro negocio o en la empresa en la que trabajamos, porque sabemos que podemos hacerlo mucho mejor.
¿Por qué es importante que prepare mi mente para un cambio de carrera?
En este artículo te cuento los pasos para prepararte mentalmente para hacer un cambio de carrera y diseñar una carrera profesional con sentido.
Como coach internacional de carrera, he acompañado a cientos de profesionales para hacer cambios de carrera laborales importantes y algunos hasta muy radicales con la ayuda de técnicas de programación mental.
Es un placer compartir contigo estos tips poderosísimos para que si estás necesitando un cambio de carrera, puedas hacerlo con toda confianza.
¡En mi blog de artículos de programación mental me dedico un 100 por ciento a ti, aquí y ahora!
Entonces, ¿por dónde empiezo a preparamente para este cambio de carrera profesional?
Por lo básico, entendiendo que el cambio de carrera es un cambio natural.
Todas las áreas de nuestra vida son dinámicas, incluida nuestra vida profesional.
Absolutamente todo lo que nos rodea (personas, sistemas, sociedades, empresas) forma parte de una dinámica compleja y nosotros formamos parte de ella.
Lo que permanece estático se vuelve obsoleto, pierde vigencia y no genera valor.
Si entendemos esto, entonces podemos entender que nuestra vida profesional tampoco puede ser estática y que reinventarse es normal y, además, necesario.
Hay 2 perspectivas de evolución en un cambio de carrera
¿Qué dirección tomar?
Podemos pensar en una evolución profesional desde dos perspectivas diferentes que dejarán más claro en qué dirección ir.
#1 Cambio de carrera de evolución vertical.
Hablamos de permanecer en la misma empresa (o grupo) y crecer con ella.
Es adoptar nuevas tecnologías, nuevos retos en innovación y diferenciación bajo una misma estructura.
Es formar parte de un sistema conocido que permite dar pasos profesionales individualmente bajo una misma industria, sector y cultura corporativa.
En este sentido, el rumbo a tomar está relacionado con las oportunidades de movilidad interna que la empresa puede ofrecer: Una opción sería considerar otra función; o ¿por qué no hacer la misma función pero en otra área?
Si se trata de una gran corporación, también se puede considerar cambiar de filial, donde existen diferentes retos y nuevos conocimientos que adquirir.
La expatriación es una excelente oportunidad para conocer no solo otros países y culturas, sino también para crear flexibilidad en nuestras habilidades y talentos profesionales para luego brindar mejores prácticas.
#2 Cambio de carrera de evolución horizontal
En este contexto hablamos de la evolución profesional del individuo, independientemente de la estructura (empresa) en la que se encuentre.
Tomar esta dirección implica analizar nuevas oportunidades que están fuera de la empresa y de lo que ya conocemos.
Permite ampliar horizontes más amplios (casi ilimitados) que dependen de la creatividad personal y profesional, e incluso hasta dónde quieras llegar.
Además, al hacer uso de nuestras habilidades transversales (que has desarrollado en algún momento, pero que puedes utilizar en cualquier profesión), puedes considerar otra función, en otra área, fuera de tu empresa actual.
No podemos dejar de lado la posibilidad de crear nuestro propio negocio/práctica, quizás en la misma área de especialización o en un área completamente diferente.
¿Cómo elegir el nuevo curso en nuestro cambio de carrera?
El Dr. John Demartini, experto en comportamiento humano, explica que “cada persona tiene una gama de valores diferentes, si actuamos en base a esos valores podemos desarrollar nuestro genio interior y convertirnos en líderes en esa área que es parte de nuestros valores más altos”.
En Coaching, uno de los pilares que se identifican para alcanzar cualquier meta son tus valores personales.
Este enfoque es lo que garantiza una decisión sólida y una base estable para construir una carrera exitosa.
Así que creo que entender tus valores y prioridades debería ser el primer paso a dar.
Si tienes que preguntarte algo sobre este tema, sería:
“¿Qué es lo más importante para mí hoy?”
“¿Qué es lo que más me inspira hoy?”
El siguiente paso requiere un análisis de habilidades.
Estas competencias pueden ser específicas, es decir, aquellas que son estrictamente necesarias para realizar un trabajo, por ejemplo, técnicas, metodologías, uso de algún software, etc.
O pueden ser competencias transversales, aquellas que sirven para cualquier puesto.
Es importante tener claro qué habilidades tenemos y cuáles nos servirán como fortalezas a la hora de reposicionarnos.
Vale la pena hacer una lista y elegir aquellos en los que eres mejor. Para identificarte puedes preguntarte:
“¿En qué soy bueno?”
“¿Qué es lo que entiendo rápidamente”?
Un último paso, pero igualmente importante, es definir tus preferencias laborales: qué tipo de trabajo, en qué ambiente, en la oficina o teletrabajo, expectativas salariales, posibilidades de evolución, cerca de casa o tal vez estás bien para la movilidad, y pronto.
En esta etapa puedes preguntarte:
“¿Cómo sería mi trabajo ideal?”
“¿Qué necesito en mi trabajo para sentirme bien”?
¿Quieres unos consejos para ayudarte en tu preparación mental?
¡Sin miedo al éxito!
Cuando se trata de evolución profesional y de diseñar una carrera con sentido, hay cuatro cosas que definitivamente pueden ayudarte a dar ese paso de manera segura:
1. ¡Atreverse!
Nuestra imaginación nos permite expandir nuestros horizontes y explorar más allá de nuestros límites, la planificación es necesaria para mostrarnos los pasos que se deben dar para alcanzar la meta deseada, pero lo que realmente genera cambio es tomar acción.
Atreverse a hacer algo es tomar acción. Todos los días haz algo que te acerque a tu meta, no importa si es un pequeño paso, pero haz algo.
2. Destruye tus creencias limitantes
Todos tenemos creencias e ideas sobre nosotros mismos que limitan nuestro rango de acción. Estas creencias limitantes pueden tumbar cualquier proyecto, incluso los más sólidos.
¡Identifica lo que crees que es un límite para ti y desafíalo!
Napoleón Hill, autor de “Piense y Hágase Rico”, nos dejó esta valiosa enseñanza:
“Somos lo que pensamos la mayor parte del tiempo”.
Lo que creas de ti mismo será verdad.
(El episodio 2 de mi podcast «Programación Mental para el Éxito” es un resumen de 10 minutos sobre el impacto de tus pensamientos y qué hacer para tomar las riendas de tu mente. Escúchalo aquí)
Entonces, ¿por qué condenarnos a nosotros mismos? Es mejor pensar que somos capaces de lograr nuestros objetivos y usar nuestros mejores recursos para encontrar la manera de hacerlo.
3. Fíjate metas
Nada más típico que tener un gran sueño y luego sentirse abrumado, ansioso y retrasar la decisión.
Entonces es mejor marcarse metas pequeñas, factibles, con fechas factibles, que podamos ir cumpliendo, y así marcar estos hitos en el camino.
Está comprobado que esta práctica genera más fuerza y confianza en nosotros mismos, lo que refuerza la motivación y las ganas de ir por más.
¡No se acaba hasta que se acaba! ¡Si, puedes hacerlo!
4. Apoyo externo
Tanta información y tanto que hacer.
Muchos criterios por definir, opciones y decisiones por tomar.
En el camino atacan los miedos, surgen los vicios, surgen las creencias limitantes y entonces sentimos la necesidad de abandonar.
Por esto y mucho más es recomendable, incluso necesario, contar con el apoyo de un entrenador, alguien externo que no tenga prejuicios, que te guíe y te aliente en los momentos de altibajos.
Permítete ser parte de la dinámica del mundo. Si sientes que es hora de un cambio, identifica sus mejores opciones para la evolución, define sus valores, y haz tu lista de competencias, define tus preferencias y actúa. Atrévete a crear un cambio en tu vida profesional que te permita mejorar tus condiciones actuales, mantener tu mente activa y asegurarte de crear valor allá donde vayas.
Prepara la evolución profesional que te mereces. ¡Es posible!
Un beso grande y nos vemos la semana que viene con otro artículo lleno de tips que apoyan tu programación mental para el éxito.
Jessica