¿Qué respondes si te pregunto cuál es tu mejor cualidad?
¿Qué es en lo que más te destacas?
En promedio, cerca del 80% de las personas que se enfrentan a esta pregunta sin haberla preparado, se bloquean y necesitan al menos algunos minutos para pensar. Y aún así, no sabe qué responder, o no está seguro de cuáles realmente sean sus fortalezas.
Sólo el 20% responderá con conciencia y certeza.
Este tipo de preguntas no es solo un tema importante en entrevistas de trabajo. Y en este artículo exploramos otros motivos tan o más importantes para identificar tus cualidades.
Una de esas razones es apoyar tu programación mental para el éxito, ya que para lograrlo el objetivo es conocernos bien y tener mucha conciencia de lo que traemos solamente por estar presentes y por ser nosotros mismos, ¡Y aquí está nuestra mejor fortaleza!
Traigo todo mi conocimiento y experiencia como Coach Internacional de Carrera y Desarrollo de Talentos para que le demos la vuelta a tu perfil de manera de que sepas con certeza cuáles son tus fortalezas y el valor que agregas al mundo cada día.
¿Por qué no sabemos nuestras fortalezas?
Es importante mencionar que no saber hablar de fortalezas, o no saber “venderse”, auto promocionarse, es algo normal, ya que no estamos educados para hacerlo. En ningún sistema escolar o incluso familiar, salvo alguna excepción por ahí, nos enseñan o impulsan a reconocer o a resaltar nuestras competencias o cualidades.
No es una conversación que tenemos naturalmente. No es que vamos a tomarnos un café con un amigo y preguntamos: Hey, ¿cuáles son tus mejores cualidades?, o ¿podrías decirme qué ves en mí que te impresiona o que admiras?
No, estas no son conversaciones que tenemos naturalmente y dependiendo de la cultura de la que venimos, esto puede ser hasta incómodo.
Así que si te pasa, y te sientes así, no te juzgues tanto, no seas tan duro contigo, es normal. Pero es algo que puedes ir flexibilizando en la medida en que tomes consciencia de ti y de tu perfil.
Dicho esto, ¿qué es lo primero que hacemos para poder hablar naturalmente de fortalezas?
#1 Trae tus fortaleza a tu consciente
Pues lo primero es tomar consciencia de ellas. Es observarte. Es simplemente darte cuenta que hay cosas que se te dan naturalmente bien, sin mucho esfuerzo, están ahí y son parte de ti.
¡Tanto son parte de ti que ni te das cuenta que son fortalezas!
Por ejemplo: tengo un cliente que es excelente comunicador. Es, de hecho, la persona más conciliadora que conozco. Tiene una capacidad increíble de ponerse en el lugar del otro, de entender los puntos de vista y de negociación posible y logra mediar unas situaciones que parecían imposibles.
Cuando le pregunté cuál era su mejor fortaleza, me habló de números y de análisis financieros.
Eso está muy bien, y en efecto es uno de sus puntos fuertes. Esas son competencias. ¡Está claro!
Pero, ¿quién es el cuándo no está frente a un Excel?
¡Él es un mediador!
Esa es la fortaleza que lo caracteriza y cuando la combina con otras competencias en su área se vuelve imbatible.
Y eso es lo que hace la diferencia frente a otros financieros.
Otro ejemplo: mi papá es un storyteller. Cuenta las mejores historias del mundo político, de la familia, de los amigos y las suyas, por supuesto.
Siempre tiene un toque picante, interesante y la gente se reúne o lo sigue solo para escucharlo hablar porque es genial.
Es un talento natural, entre la creatividad, la parte analítica, los conocimientos factuales… ¡Tienes una fiesta de historias interesantísimas!
Eso es un ejemplo de fortaleza natural y de valor agregado.
Entonces, más allá de tus competencias profesionales, y de las habilidades específicas a tu área…
¿Quién eres tú y qué fortalezas traes cuando estás presente?
Puede ser el humor, pensar rápido, la eficiencia, puede ser ejecutar, poder escuchar y aconsejar… cualquier cosa.
Y eso que eres, lo eres siempre, dentro y fuera del contexto profesional.
#2 Competencias específicas como fortalezas
Segundo, veamos cuáles son tus competencias específicas.
Aquí sí podemos hablar de habilidades duras, profesionales y específicas a las actividades laborales que haces.
Si tu intención es posicionarte para un nuevo empleo, emprender o evolucionar en tu área, entonces tienes que saber con seguridad cuáles son tus mejores competencias asociadas a tu profesión.
Aquí lo que te recomiendo es que te cuentes tu propia historia profesional.
Echa hacia atrás, recuerda proyectos, reportes, análisis, estrategias, cualquier cosa que hayas producido tanto individualmente como en equipo, y resalta aquellas cosas que también se te dieron fácilmente o donde te destacaste naturalmente.
#3 ¿Cómo puedo hablar de mis fortalezas efectivamente?
Haz una lista de tus competencias y asócialas a una historia, a un ejemplo, al algo que viviste y que puedas contar y compartir con confianza.
Porque esto ya lo has hecho, es un logro y tienes cómo demostrarlo.
Nuevamente, lo llevas contigo siempre, porque esa es tu historia, y esa historia revela tus fortalezas.
¿Me hace arrogante hablar de mis fortalezas, no?
Hay una línea fina entre la arrogancia y la seguridad.
Una de las cosas que más nos frena al hablar de nuestras fortalezas es el temor a ser percibidos como arrogantes. ¡Pero esa línea no hace falta pasarla!
Hablar de ti, de tu historia, de lo que sabes hacer y de cómo eres naturalmente, reconocerlo, verlo y apropiarse naturalmente de esos talentos te harán transmitir tus fortalezas con seguridad y confianza.
Pero no por ello te vas a posicionar como el mejor del mundo, o vas a denigrar a los demás. Ahí está la diferencia con la arrogancia.
Créeme que para hablar de ti, para “venderte” bien, la clave no es la arrogancia. La clave siempre será la naturalidad.
Así que ahí lo tienes:
#1 Primero, obsérvate e identifica tu talento natural
#2 Segundo, haz tu lista de competencias profesionales
#3 Luego “átalas” con doble nudo a una historia de vida que puedas contar con confianza y naturalidad
Si te ha gustado este contenido, entonces también te gustará mi podcast “Programación Mental para el Éxito” donde en tan sólo 10 minutos a la semana aprendes a darle la vuelta a esas creencias limitantes que no te dejan avanzar en tu carrera profesional.
¡Nos vemos!
Jessica