Programas para el éxito
De la misma manera en la que hay más personas que le temen más a hablar en público que a la muerte, también es increíble que ¡son más los que le temen al éxito que al fracaso!
Así es, el miedo al éxito existe.
Y es importantísimo tenerlo en tu radar, ya que es uno de los miedos que más bloquea las metas y sabotea nuestro desarrollo profesional.
¿Cuáles son los signos del miedo al éxito que no nos permiten lograr el cambio?
Luego de aprender sobre los signos del miedo al éxito podrás identificar si éstos viven en ti – pero no te preocupes, te daré algunos tips para programarte para el éxito con calma y naturalidad.
¡La vida está llena de cosas lindas y el éxito es una de ellas!
Por allá atrás en los años 70, la psicóloga Matina Horner mencionaba por primera vez el concepto del miedo al éxito, haciendo hincapié en que las mujeres lo sufrían más que los hombres. Pero el término oficial “miedo al éxito” fue designado por el psicólogo Abraham Marlow y se refería a aquellos que tenían miedo de su grandeza.
El miedo al éxito está esencialmente asociado a las responsabilidades que conlleva tener una buena posición, dinero, ser la persona de referencia o dirigente de alguna empresa o movimiento, o incluso ser influyente.
Hoy se habla mucho del síndrome del impostor, que también va de la mano con el miedo al éxito, y ambos frenan o pueden hasta parar el desarrollo de una persona o las ganas de seguir avanzando.
Entonces, ¿Cómo saber si le tienes miedo al éxito?
Aquí te dejo 4 señales o signos para que reflexiones:
#1 Por lo general, el que le teme al éxito está continuamente pensando que no es lo suficientemente merecedor de ese logro o que si lo tiene, no será capaz de mantenerlo.
Algunos pensamientos o programas de miedo al éxito son: “Si me promueven será por suerte”, “Para qué una promoción, yo igual no quiero ser manager”, “Yo no me veo teniendo tanto dinero, y no me hace falta tampoco”.
#2 Otra señal es el miedo a cómo el éxito puede afectar tus relaciones familiares o sociales, por lo cual siempre pospones lo que te lleva al éxito, porque la familia o los amigos “son más importantes”.
Esto está ligado al miedo a la soledad o al rechazo.
Algunos pensamientos clarísimos e inconfundibles de miedo al éxito en este aspecto son: “Si hago mucho dinero pierdo a mis amigos”, o “Si tengo demasiado dinero la gente va a empezar a pedirme plata y no voy a poder decir que no”, “Solo me buscarán por interés”.
#3 Otra cosa que puedes observar es cómo hablas de tus logros.
Si eres de los que no menciona demasiado lo que logras o te sientes un poco culpable cuando estás con personas que no han logrado sus objetivos, o que pareciera que están siempre un paso por detrás de ti, entonces prefieres no comentar o dar detalles de tu evolución profesional.
#4 Y ya por último, el comportamiento anterior también nos puede llevar al siguiente, que es sabotear o posponer las acciones que te pueden llevar al reconocimiento en tu área.
Ocurre mucho en esta era digital, en la que muchos prefieren no ser tan visibles en las redes sociales, escribir o aceptar invitaciones a podcasts o webinarios por temor a ser identificados como “influencers” y no sentirse lo suficientemente expertos o referentes en el área.
Estas son algunas señas del miedo al éxito.
Ahora veremos algunas estrategias para protegerte:
Como cualquier miedo, lo importante es saber reconocerlo y navegarlo.
El miedo al éxito puede camuflarse con exceso de humildad. Que no está mal, de hecho es importante mantener los pies en la tierra y no dejar que el ego domine nuestras acciones, así que la humildad es una gran herramienta, siempre y cuando no sea un freno.
Yo diría que la humildad es la herramienta que sacas cuando ya empiezas a tener éxito sostenido, de manera de que puedas convivir con otros que no tienen las mismas ambiciones que tú, que puedas mantener las relaciones que temes perder.
No caigas en la trampa de “no quiero subir demasiado porque si no la caída va a ser muy fuerte”, que es otro pensamiento común del miedo al éxito
Otra cosa, como todos los miedos, por lo general a lo que más le tememos es a lo que menos ocurre, así que te recomiendo que te remitas a experiencias anteriores y recuerdes otros momentos donde has tenido logros importantes y que observes lo que realmente ha pasado:
¿Quiénes se han alegrado por ti?
¿Qué es lo que más te ha costado realmente?
¿Qué es lo que según tú has perdido y /o ganado?
Y ve con objetividad cómo te ha afectado realmente a nivel de tiempo, física y emocionalmente.
Ya por último, el éxito se cultiva y se programa en nuestra neurología y en nuestra esencia.
Hace unos años trabajaba con un coach de finanzas en mis programas de abundancia y mi relación con el dinero, y él me dijo algo super útil en ese momento, me dijo:
“Tú tienes un programa de abundancia y de seguridad instalado y eso está bien, pero te ves nadando en una tina de baño. Tienes que verte nadando en un lago, luego en un mar; hasta que llegues a nadar en un océano, pero para eso tienes que atreverte a expandir la estructura que tienes hoy y permitirte crecer”.
En ese momento era independiente y tenía una estructura legal que solo me permitía ganar un monto de dinero anual.
Empecé a hacer ejercicios visuales nadando en un lago, luego en un mar y luego en un océano. Cerré la estructura que tenía para crear una sociedad responsable limitada.
Luego los proyectos no pararon de llegar y las posibilidades de expandir tampoco… Es cuestión de verse, sentirse y permitirse el éxito, que los miedos seguirán estando por una u otra razón, pero se navegan y se vive con ellos.
Es importante que puedas identificarte como una persona que tiene éxito y que al hacerlo te sientas feliz, pleno, que te guste lo que proyectas.
Que ese sentimiento sea natural y que lo veas como algo que te corresponde a ti, por derecho en esta vida, que tu trabajo y tu contribución diaria es lo que te hacen merecedor de ese éxito.
Si esto no ocurre, es posible que necesites trabajar un poco tu apreciación a tus logros y a tu visión de crecimiento profesional.
Seguiremos hablando de miedos y de cómo superarlos, pero sobre todo…
¡Seguiremos programándote para el éxito!
Jessica