Identidad profesional
¿Qué es lo primero que respondes cuando alguien te dice: ¿y tú quién eres? Háblame de ti.
¿Respondes diciendo lo que haces cuando te preguntan quién eres?
Uno de los factores limitantes que más veo en procesos de reconversión profesional es el apego.
El apego a lo que la persona hacía antes:
- Mi profesión es or era…
- Mi título universitario es
- Mis años de experiencia son..
- Mi empresa…
El problema de eso es que el apego hacia esa identidad no nos permite abrirnos y darnos paso a lo que de verdad podemos ofrecer como individuos y con nuestro perfil de talentos y habilidades. Entonces, este tipo de lenguaje que usamos nos frena en nuestro camino a la evolución profesional. Hacia el éxito que deseamos.
En mis artículos anteriores he explicado los niveles neurológicos donde operan los sistemas de creencia y hemos aprendido que la identidad con la que nos identificamos, es el sistema que más bloquea o más impulsa nuestro objetivos, dependiendo de cómo lo tengas parametrado.
Si quieres aprender cómo identificar esa identidad con la que te identificas, te invito a que escuches el episodio 3 “Dime con Qué te Identificas y te Diré Qué Bloquea tus Metas” o el episodio 4 “¿Cómo sabes que vas a lograr las metas que te propones?” de mi podcast “Programación Mental para el Éxito”, donde en menos de 10 min. te cuento qué son y cómo modificar creencias limitantes y de identidad.
¿Qué frena mis posibilidades para alcanzar mi éxito?
El apego a una identidad tuya que has creado puede frenar tus objetivos de reconversión, de cambio o de crecimiento profesional.
¿Cómo funciona y se manifiesta el apego a la identidad profesional?
Lo primero y más importante es entender cómo nos definimos. En mi caso, por ejemplo, yo estudié economía. Luego hice un master en marketing internacional, y luego un MBA en emprendimiento.
Sin embargo, y por mucho que duela decirlo (aquí entra el juego el apego), mi profesión y mi identidad actual no se definen con ninguno de estos diplomas.
Yo no me defino como economista, ni como administradora de empresas ni como marketer. El motivo es porque reinventé mi carrera y hoy mi profesión es el coaching y la formación profesional.
Estos estudios me permitieron crear las bases de competencias, experiencias, networking y una riqueza de perspectivas que me llevaron en mi camino a la reinvención. Pero, si yo me hubiese dejado llevar por la identidad y el apego de estos diplomas no hubiese logrado el cambio, ¿por qué?
Porque cuando quieres construir un camino profesional nuevo, o lograr una promoción, o emprender, o lanzarte como independiente, o cambiar de sector…si todavía, mentalmente y emocionalmente, te identificas con aquello que venías haciendo en el pasado… entonces… No podrás hacerlo.
El poder mental que posees es increíble y dicta tu vida.
Tu mente tiene que dar el salto mucho antes de que el cambio se materialice en la realidad.
Por esta razón, muchas personas que ganan la lotería lo pierden todo al cabo de días o semanas, porque mentalmente no habían hecho el cambio de identidad ni de hábitos para identificarse con una persona con más abundancia financiera.
También ocurre cuando promueven a hijos o familiares en una empresa para la cual no estaban preparados y les “toca” el puesto, pero mentalmente no están allí, y eso provoca desastres financieros.
Yo tengo la suerte de acompañar muchos procesos de reconversión profesional y de despidos masivos, y he vivido de cerca procesos de evolución muy rápidos como muy lentos.
Esto me ha permitido entender que la velocidad y la solidez del cambio profesional depende de la capacidad de la persona de cerrar la página, hacer el duelo y de construir una nueva identidad.
Entonces, ¿cómo pasar la página para tu reconversión profesional?
Primero, separa tu perfil de tu empresa.
Cada experiencia profesional, tanto las buenas como las malas nos dejan cosas muy valiosas.
Mi recomendación es…
Que te hagas un mapa de tus experiencias más importantes, de tu historia, y que extraigas tus logros más importantes, separando lo que tú hiciste, cuál fue tu rol, cuáles fueron tus acciones y tus resultados. De manera de que separes tu perfil y tus competencias del entorno, del puesto y de la empresa específica.
¡Esto te ayudará a darte cuenta de lo que tú sabes hacer y de lo que tú eres, ya que esto lo llevas a donde sea que vayas!
Segundo, entiende que no existe tal cosa llamada “tiempo perdido” ni tampoco “mala suerte”.
Absolutamente cada cosa que hacemos en la vida tiene un sentido. A veces es evidente a veces no lo vemos sino hasta que pasa el tiempo y atamos cabos, y ahí es cuando decimos “uff menos mal que no me dieron ese trabajo” o “uff menos mal que me despidieron en ese momento” o “uff menos mal que ese emprendimiento no salió bien”… todo eso se ve al tiempo.
Por eso es importante que si estás atravesando un proceso de cambio, de reinvención o de evolución profesional, no esperes a que pase el tiempo para darte cuenta que lo que está pasando ¡es lo mejor para ti!
Y que las experiencias que hayas tenido en el pasado, buenas o malas, las necesitabas para convertirte en lo que quieres
Luego, y no menos importante, practica la gratitud.
Es esencial agradecer los momentos, las experiencias y las competencias aprendidas. No hay nada más exponencial a la hora de manifestar el cambio que saber agradecer.
Y luego, soltar. Lo que mejor funciona es agradecer y soltar.
La práctica de la gratitud es una práctica de consciencia, de reconocimiento y de aceptación. Pero es super importante que no te quedes apegado a algo, a alguien, a un puesto, a una empresa, o a una profesión, solo porque agradezcas que eso te ha dado tus posibilidades en la vida.
Agradece y suelta… Ya pasó, ya se fue y eso no te define.
Agradece lo que te dejó en su paso, pero abre los brazos a nuevos recursos. Esto es hacer que la práctica de la gratitud sea verdaderamente exponencial.
Y ya por último -> observa y cambia tus patrones lingüísticos.
Recuerda que tus palabras reflejan tus pensamientos y esto revela tus creencias y bloqueos.
Si cuando te preguntan qué haces, tú respondes con tu título, con tu profesión o con la empresa en la que trabajas, entonces no estás haciendo el verdadero trabajo de autenticidad y de desapego.
Si tu objetivo es pasar la página, reinventarte y programarte para el éxito, entonces observa cómo te refieres a ti, a tu identidad profesional y cámbialo si es necesario.
¡A veces es mejor decir “yo soy tal persona y en este momento estoy en proceso de cambio y reinventando mi vida profesional” antes de hacer referencia a algo que ya no eres o que estás dejando atrás!
Recuerda, ¡agradece y suelta! Pero sobre todo, crea los parámetros de creencias necesarios para preparar tu cambio y crecimiento con éxito.