Esta pregunta es clave para saber en qué momento de tu vida profesional te encuentras.
Especialmente si has decidido tomar el camino de estar por tu cuenta y de lanzarte con tus competencias en la creación de algún producto o servicio.
En este artículo vamos a explorar el tipo de mentalidad que se requiere para emprender un nuevo proyecto para que sepas cuándo tienes que – y cuándo puedes – escalar tus talentos profesionales.
En mi práctica como Coach Internacional de Carrera y Desarrollo de Talentos acompaño a emprendedores que se lanzan en una nueva aventura y también a muchos que ya se han lanzado y quieren ir más lejos.
Y te puedo garantizar que, si bien hay muchas cosas en común entre ser emprendedor y ser empresario, hay mucho en la mentalidad y en la actitud de la persona que tiene que cambiar para poder avanzar a la siguiente etapa profesional.
Coincidentemente, lo anterior también aplica para las personas en puestos de jefatura o de gestión (management).
¿Cómo Puedo Saber si Soy Emprendedor/a o Empresario/a?
Empecemos por lo primero: ¿Qué es emprender?
Etimológicamente hablando el término “emprendedor” viene del francés “entrepreneur” y quiere decir empezar algo; ya sea un nuevo proyecto o alguna cosa que incluya algún nivel de dificultad.
¡Es por eso que para emprender hace falta ser atrevido, tomar riesgos, anticipar, estar dispuesto a todo!
Cuando nos lanzamos en un nuevo proyecto, especialmente si lanzamos nuestra empresa, actividad o vendemos algún producto, una actitud que vale oro es la adaptabilidad, la cual nos lleva a poder realizar muchas tareas, seamos buenos o no tan buenos en ellas.
Por lo general al emprender, hay un tema de tiempo y de presupuesto limitado, por lo que la mayoría de los emprendedores pasan a ser “toderos”.
¿Qué significa ser “toderos”? Significa que comienzan a ofrecer desarrollo de servicios, finanzas, marketing, fiscalidad, y, además, muchos se convierten ellos mismos en el producto o el servicio.
¡Esto es mentalmente y emocionalmente una locura!
Pero si has creado el momentum correcto y te inspira lo que haces, se puede hacer todo eso hasta cierto punto.
En este momento la clave mental está en aguantar y tratar en lo posible de no ponerse etiquetas.
Por ejemplo: si te dices “yo soy desarrollador de aplicaciones, no soy un marketer, o no soy financiero”, entonces te pones inmediatamente un límite a las actividades que te hace falta implementar para que puedas lanzarte correctamente y conocer a tu cliente y a tu mercado.
Si bien es cierto, en el ejemplo anterior, que quizás tu punto fuerte sea desarrollar aplicaciones, es importante que te abras a intentar posicionarte como un producto o servicio y para ello se requiere aprender de marketing, finanzas y muchos temas más.
Por supuesto, lo mejor es tener un equipo y contar con expertos en el tema para apoyarte y delegar a ese experto lo más posible. Pero eso cuesta dinero y no siempre es posible para todo el que comienza, por lo que no tiene por qué ser un impedimento.
¡En el camino del emprendedor se aprende muchísimo!
Y recuerda que si enfrentas algo de dificultad es exactamente porque estás emprendiendo.
Así que la otra clave de la mentalidad del éxito del emprendedor es acoger las dificultades y estar siempre dispuesto a aprender, que el ensayo y error es la base del camino.
Una vez que pasas esto, y que ya conoces tu mercado, la siguiente clave del éxito es la resiliencia y la determinación.
No es porque tengas un plan, te estés ocupando de todo y estés encima de todo, es que ese plan va a funcionar.
Hay que intentar, ajustar y volver a arrancar si es necesario. ¡Y es aquí donde la mentalidad del emprendedor se pone a prueba!
¿Cuándo es el Momento Indicado para Dar el Siguiente Paso como Emprendedor/a?
Ahora, ¿qué pasa cuando ya te estableces con tus talentos profesionales como emprendedor/a y quieres ya pasar a la siguiente etapa?
Aquí es donde el emprendedor deja de ser emprendedor para ser empresario…
¿Y cuál es la diferencia entre ser emprendedor y empresario?
¡Que ya no tienes que hacerlo todo tú y que es hora de escalar!
Para poder escalar debemos aprender a soltar.
Un error común de los nuevos managers y que también se ve en emprendedores que quieren crecer, es que piensan que son los únicos capaces de hacer las cosas; piensan que son las personas más calificadas y nadie sabe hacer las actividades tan bien como ellos mismos.
Es esta mentalidad y esta actitud la que impide el crecimiento, pasar a la siguiente etapa de un emprendedor/a; ser empresario/a.
¿Qué se Necesita para Pasar de ser Emprendedor/a a ser Empresario/a?
Para ser empresario hay que activar la mentalidad de manager, o de director.
Ya no eres tú quien produce, quien hace el marketing, quien hace las finanzas.
Y si tú eres tu propio producto o servicio final, si quieres escalar también es importante que sepas identificar talentos que puedan apoyarte o incluso ser complementarios en lo que haces.
Sino estarás siempre atrapado en la trampa del tiempo/dinero: Mientras estás presente ganas dinero, y si dejas de estarlo no hay flujo de caja, eso quiere decir que no tienes un negocio, lo que tienes es una práctica de profesión liberal.
Lo que no está nada mal, pero resta escalabilidad.
¿Cómo Desarrollo mi Mentalidad de Empresario/a?
#1 Primera Clave de Mentalidad de Empresario/a
Entonces, la primera clave de la mentalidad del empresario, que es opuesta a la del emprendedor, es comenzar a apoyarte en el que sabe, así ¡delegas y sueltas!
Dedícate a lo que tú sabes hacer mejor.
Constituye un equipo de expertos, bien sea empleados o externos que te apoyen puntualmente, para así escalar y “crecer” el sistema de tu negocio.
#2 Segunda Clave de Mentalidad de Empresario/a
La segunda clave mental del empresario, es que dejes de llamarte emprendedor o emprendedora. Aunque por concepto siempre vas a estar iniciando algo y arrancando con dificultad, en realidad, ya no eres emprendedor/a porque ya no estás emprendiendo.
Ahora eres empresario o empresaria, una persona que es dirigente y coordinadora de algo que ya no es un proyecto. Ahora es una realidad materializada, porque hay un producto o un servicio con un cliente bien identificado y estás listo para crecer.
¡Ahí lo tienes, las primeras claves mentales para emprender y escalar!
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¡Nos vemos!
