Hablemos de la sabiduría que nos entregan nuestras debilidades
Vamos a hablar aquí entre tú y yo. La verdad es que no eres perfecto ni perfecta.
¡Y no pasa nada!
Vivimos en una sociedad donde nos venden demasiados productos y servicios para ser físicamente perfectos, socialmente aceptados y estamos emocionalmente embotados en una lucha constante por alcanzar esa perfección… que en realidad no existe y que tampoco hace falta.
Nuestras Debilidades Laborales
En el mundo laboral, las empresas se fijan mucho en “las patas cojas” de los empleados.
Los procesos de reclutamiento están minados de preguntas para identificar las fallas y debilidades del candidato.
Y a todos les encanta hablar de los famosos “elementos de mejora”. No es coincidencia que como coach internacional de carrera uno de los temas que abordo con profesionales y talentos como tú es el observar nuestras creencias y percepciones que hemos construidos alrededor de comportamientos que VEMOS como debilidades.
Este enfoque es importante para personas que están preparándose para un cambio laboral, o que quieren emprender o si simplemente quieren evolucionar profesionalmente.
Conocer y reconocer nuestras debilidades es crucial para planificar una carrera con sentido.
Si te sientes identificado, pues es importante saber en qué aspectos no eres el o la mejor y vas a ver que eso no es ningún problema.
#1 Nuestras Debilidades Nos Completan
Primero que nada, naciste y creciste con absolutamente todo lo necesitas para tener éxito, ser feliz y cumplir tu misión de vida en el tiempo que estés aquí presente.
¡Eso incluye tus debilidades!
Tienes un set de fortalezas que son exactamente lo que necesitas para que te vaya bien, con lo cual las debilidades que tienes no te van a impedir alcanzar tus objetivos.
Esta primera premisa es extremadamente importante para la programación mental del éxito, así que repítela conmigo:
“Tengo todo lo que necesito para triunfar, lo único que necesito son mis fortalezas, mis debilidades no son un impedimento para alcanzar mis metas”.
¡Ya está! Ya lo tienes.
¡Si entiendes esto, ya tienes un gran paso hecho!
#2 Nuestras Debilidades Reflejan Nuestras Virtudes
Segundo y super importante, según Daniel Ofman, consultor holandés especializado en funcionamiento organizacional, cada debilidad que mostramos no es más que una consecuencia de una cualidad fuerte que tenemos.
Ofman desarrolló un modelo que se llama el «cuadrante de cualidades», en el cual explica que cuando tienes una cualidad y esa cualidad la estiras mucho y la exageras muchísimo, la llevas a un extremo en el cual deja de ser algo positivo y se convierte en una molestia.
A esto lo llamó “la trampa”.
Y es exactamente lo que ocurre la mayor parte del tiempo.
Tenemos debilidades, sí, pero es que simplemente es imposible no tenerlas.
Los seres humanos tenemos polaridades.
Es imposible que estemos siempre operando de la misma manera, y es en esos cambios de polaridad que podemos encontrar las debilidades y entender que son parte natural de cada uno de nosotros, y que nuevamente, no pasa nada.
¡No tienen nada de malo!
Te doy un ejemplo concreto; tengo un cliente que es sumamente organizado y planificado, todo lo lleva con un marco medible. Por ejemplo, lleva un Excel con ponderaciones y medidas para cada elemento que analiza en alguna situación.
La organización y la planificación son una virtud y ciertamente son una fortaleza.
Mi cliente tiene un cargo directivo, toma decisiones, lleva las riendas de un departamento y le gusta que su opinión sea no solamente tomada en cuenta sino que sea partícipe de la evolución de la empresa.
Pero, ¿qué le pasa a veces a mi cliente? A veces cuando las cosas no salen como las planifica entra en pánico, se bloquea y no ve la salida rápidamente.
¿Por qué? Porque pasó tanto tiempo analizando, anticipando y haciendo el plan de acción correspondiente que no logra salir de sus opciones rápidamente, con lo cual se vuelve un poco (o bastante) rígido.
¿Esto quiere decir que mi cliente es siempre una persona rígida?
No, porque no siempre lo es. Pero sí tiene momentos de rigidez que vienen necesariamente y naturalmente con esa virtud que es la organización y la planificación.
Debilidades y Cualidades: El Mismo Rasgo de Personalidad
Esto es lo que yo llamo operar en la luz u operar en la sombra.
Cada rasgo de nuestra personalidad, absolutamente cada uno de ellos puede convertirse en una gran virtud o en un obstáculo, dependiendo del lado en el que operemos.
Si nos mantenemos en la luz, nuestros rasgos de personalidad serán positivos y constructivos, si pasamos a la sombra, se convertirán en algo que no nos deja avanzar.
Tomemos otro ejemplo: la flexibilidad. Esta es una virtud en el momento en que el nos ayuda a adaptarnos, a escuchar soluciones, a cambiar de opinión por algo mejor, etc.
Mientras operemos en la luz, nos puede servir para cualquier cambio y evolución profesional, o simplemente llevar el día a día en una economía tan cambiante.
Pero si operamos en la sombra el exceso de flexibilidad puede convertirse en dispersión, en falta de decisión, e incluso podemos convertirnos en un target muy manipulable.
Lo cual bloquea nuestra propia evolución personal y profesional.
Entonces, ¿qué hacemos con las debilidades?
Pues, primero debemos identificarlas.
¿Cómo Identificamos Nuestras Debilidades?
#1 Empieza por analizar tus fortalezas y exagerarlas.
¿Qué pasa cuando es demasiado de eso bueno que tienes?
¿Qué pasa cuando operas en la sombra de tus rasgos?
Ahí encontrarás la respuesta a cuál es tu debilidad
#2 Busca un ejemplo personal y observa qué pasa cuando estás en ese momento de caos, de bloqueo, donde es tu debilidad la que emerge.
Cuando estamos operando en la sombra, te puedo asegurar que siempre hay otro rasgo de tu personalidad que viene al rescate.
Que viene a ayudarte a encontrar el balance.
Observa con atención y te vas a dar cuenta que no te quedas bloqueado para toda la vida.
Porque el ser humano está diseñado para sobrevivir y avanzar, no para destruirse.
Así que obsérvate e identifica qué fortaleza te salva de tus debilidades para que así puedas activarla conscientemente una próxima vez que te sientas dominado por tu debilidad.
¡Listo! Ahora ya sabes que tus debilidades son una consecuencia de una fortaleza que tienes, o el resultado de operar en la sombra de tus rasgos.
¡Más nada! Son algo natural y son parte de ti, no puedes tener una fortaleza sin una debilidad.
Y ya sabes, identifica la fortaleza que te ayuda a encontrar el equilibrio, que si estás en búsqueda de mejora constante y de evolución, lo mejor es que te des cuenta que ya tienes en ti mismo/a todas las herramientas que necesitas!
Un abrazo – Jessica